OREMOS POR CHILE


En este momento de pesar para nuestros hermanos en Chile les pedimos unirse en oración por toda esa nación y en especial por la Iglesia, oremos por los hermanos del blog http://elunicodiosverdadero.wordpress.com/ de la ciudad de Concepción de los cuales no se sabe noticia alguna.


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Paul Washer EL JUICIO DE DIOS Y EL GRAN TRONO BLANCO

PARTE 1

PARTE 2


PARTE 3

PARTE 4

PARTE 5

PARTE 6

PARTE 7

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John Piper LA GLORIA DE CRISTO NOS TRANSFORMA



AMEN
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SINTOMAS DE DECADENCIA ESPIRITUAL 5: CUANDO ORAMOS ESCASAMENTE O EN UNA FORMA INADECUADA.

Así como la lectura de la Palabra es un termómetro para medir la vida espiritual del creyente, así también lo es la oración. Cuando el creyente ha decaído en la frecuencia de su vida de oración, y cuando al orar lo hace inadecuadamente, esa es una señal de decadencia.

¿Qué sucede cuando un creyente está caminando cerca de Dios? Que tendrá una comprensión más clara de sus propias necesidades espirituales, los pecados con los que tiene que luchar, los peligros que tiene que enfrentar cada día (comp. 1Jn. 1:5-9 - andar en luz no es sinónimo de una vida sin pecado; más bien el que anda en luz verá más claramente sus propias corrupciones, lo que lo moverá a confesar sus pecados delante de Dios).

Una persona que tiene tal comprensión de sí mismo no tiene que estar buscando palabras para llenar su tiempo de oración; esas cosas fluirán de su corazón necesitado.

Pero cuando nuestras oraciones no son más que un mero formalismo religioso, y un conjunto de peticiones generales, eso puede indicar que no estamos aborreciendo el pecado que mora en nosotros, y que en vez de estar en pie de lucha contra ellos los estamos tolerando.

Santiago nos dice que no tenemos lo que queremos porque no pedimos; pero también nos advierte que podemos pedir mal (comp. Sant. 4:2).

El fervor en nuestras oraciones crecerá en la misma medida que crezca en nosotros un entendimiento de nuestras debilidades, corrupciones y necesidades, así como un entendimiento de la capacidad y disponibilidad de Dios para suplirnos.

Por eso Richard Baxter recomienda a todo aquel que no sabe qué pedir, que estudie bien su corazón y su vida: “... y pronto encontrará – dice él – una multitud de corrupciones internas que lamentar, una multitud de carencias que deben ser suplidas, debilidades que deben ser fortalecidas, desórdenes que deben ser rectificados, y pecados cometidos que deben ser perdonados...” (Christian Directory; pg. 490).

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
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SINTOMAS DE DECADENCIA ESPIRITUAL 4: CUANDO LEEMOS LA BIBLIA POR MERA COSTUMBRE, O PARA SATISFACER UN ANHELO ESPIRITUAL

La lectura de la Biblia es un termómetro en la vida del creyente. Si leemos poco la Escritura, es indudable que estamos atravesando por un período de decaimiento espiritual.

Pero un creyente puede leer la Escritura con cierta regularidad, y aún así no estar gustando de ella espiritualmente; su lectura no lo mueve a Dios en oración, ni a atesorarla en el corazón, ni a llevar sus preceptos a la práctica. Sus promesas no lo consuelan en la aflicción, y sus advertencias no lo llenan de temor. Si esto es así en tu vida, obviamente has comenzado un proceso de declinación espiritual.

Una ilustración del reino físico puede ayudarnos a comprender esto. Existe una relación tan estrecha entre el olfato y el gusto, que cuando tenemos gripe y nuestras facultades olfativas han sido afectadas, la comida pueda estar muy buena, pero nosotros no percibiremos su sabor.

Pues eso mismo ocurre a nivel espiritual cuando un creyente está enfermo del alma. La lectura de la Escritura continúa, pero sin provecho, sin percibir su sabor; es algo insulso para ese hijo de Dios porque su alma está enferma.

El deseo por la Palabra de Dios, y el provecho que recibimos de ella, está íntimamente relacionado con el vigor y el florecimiento de nuestra vida espiritual (comp. 1P. 2:1-2; Sant. 1:21).

¿Estás leyendo la Biblia con regularidad? ¿Apartas un tiempo diario y específico para leer la Palabra de Dios? Si tu respuesta es positiva, me alegro por eso, pero ahora debemos ir más a fondo y preguntar ¿por qué lo haces? ¿Es porque deseas conocer más profundamente a tu Señor, hacer Su voluntad y parecerte cada vez más al Señor Jesucristo?

Pablo oraba por los creyentes de Colosas, y pedía por ellos sin cesar que fuesen llenos del conocimiento de la voluntad de Dios “en toda sabiduría e inteligencia espiritual” (Col. 1:9). Pero, ¿cuál era el propósito de todo esto? ¿Estaba Pablo interesado en aumentar el cúmulo de conocimiento de estos hermanos?

¡Por supuesto que no! Escuchen lo que sigue diciendo Pablo: “... para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Col. 1:10). ¿Es con ese propósito que lees regularmente las Escrituras? ¿O lo haces más bien por costumbre, o para acallar la voz acusadora de tu conciencia?

En un momento dado de la historia de Israel Dios reprendió a Su pueblo por la manera como estaban manejando Su revelación:

“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado” (¿y en qué consistía esa rebelión y ese pecado?). “Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios” (Is. 58:1-2).

Externamente parecía que estos hombres estaban preocupados por conocer la voluntad de Dios; diariamente inquirían acerca de Sus caminos. Pero en realidad se habían olvidado de la ley de Dios.

Mis hermanos, es posible estar ocupados regularmente en la lectura de la Biblia (estos hombres inquirían “cada día”), cuando en realidad, en una forma práctica hemos puesto a un lado la ley de Dios. Sus promesas ya no son nuestro consuelo en los días de aflicción, sus advertencias no nos hacen temer, sus mandamientos no nos mueven a la obediencia.

Este creyente no puede decir con toda sinceridad como el salmista en el Sal. 119: “En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos... Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón... Me regocijaré en tus mandamientos, los cuales he amado. Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, y meditaré en tus estatutos” (vers. 15, 34, 47-48).

El creyente que está floreciendo en su vida espiritual puede decir como el Señor Jesucristo en Jn. 4:34: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió”.

Pero cuando un cristiano actúa irreflexivamente, sin preocuparse mucho por lo que Dios dice en Su Palabra acerca de ese aspecto de su vida, es porque tal creyente no está muy preocupado por andar de la manera que sea más aceptable delante Dios.

Su principal preocupación es como seguir siendo cristiano, pero con el menor de los requisitos. Ese es un claro síntoma de decadencia espiritual.

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
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Creencias de Fariseos

Estudio tomado de sujetosalaroca.org muy buen blog de mi Hno. Eduardo

Hace unas semanas me relataron la creencia de una persona que me pareció increíble. Resulta que esta persona evita, o mejor dicho, no usa ropa de otras personas, inclusive hermanos o hermanas, porque le da miedo contaminarse con alguna maldición que tenga la persona dueña de la prenda de vestir.

Me pareció increíble porque nunca había escuchado una tontería como esa. Pero, como si fuera un mensaje para confirmarme el triste estado del evangelicalismo latinoamericano, hace unos días recibí un correo de un hermano que me pedía consejos sobre la práctica de la imposición de manos en la Biblia. Él quería saber cual era esa práctica y cuando se utilizaba. Yo le dí una breve respuesta y algunas citas bíblicas, pero lo que me sorprendió fue su respuesta. En su mensaje, me contaba que en un estudio bíblico al cual asistía, se le había enseñado que no se debía imponer las manos a un homosexual por el riesgo de que se pudiera transferir algún pecado al creyente.

Parece risible, pero es verdaderamente triste. Es triste porque estas son las enseñanzas que salen de muchos púlpitos en la actualidad. No deseo hacer un gran análisis de esta enseñanza. Lo que sí deseo hacer es refutarla a la luz de las enseñanzas novotestamentarias. Es que acaso la Biblia dice que un hombre puede contaminarse por usar la ropa de otra persona? Puede un pecado transmitirse a otro hombre por una prenda de vestir? La respuesta bíblica es un rotundo no! En el evangelio de Marcos se compara esta creencia con una doctrina farisaica. Veamos lo que ocurre en Marcos 7,

1 Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; 2 los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. 3 Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. 4 Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. 5 Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? 6 Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. 7 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. 9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. 10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, 12 y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, 13 invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas. 14 Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: 15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. 16 Si alguno tiene oídos para oír, oiga” Marcos 7: 1-16

En este pasaje vemos a los fariseos acercarse a Jesús para interrogarlo sobre una práctica de sus discípulos que era contraria a su propia tradición. La tradición judía era la de lavarse en muchas ocasiones y repetidamente las manos para evitar contaminar su cuerpo con algo que hubieran tocado. Por ejemplo, se dice que los judíos luego de ir al mercado volvían a sus casas y se lavaban las manos profundamente por aquello de haber tocado a un gentil y poder contaminar su cuerpo con el pecado de ese hombre.


Jesús les llamó hipócritas. El Señor utilizó palabras fuertes para los judíos quienes ponían, como lo hacen los católicos romanos hoy en día, las tradiciones humanas sobre las Escrituras. La verdad es que Dios nunca había ordenado el lavamiento de manos, como era practicado por los fariseos, como un medio para no contaminarse. Es más, en el Antiguo Testamento quedaba claramente establecido que el hombre no se podía contaminar con cosas externas, pues ya estaba totalmente contaminado con lo que había en su corazón (Génesis 6: 5; 1 Reyes 8: 46; etc).

Sin embargo los fariseos creyéndose limpios y puros habían adoptado unas costumbres con el fin de negar su propia maldad. Por ello es que Cristo los llama hipócritas. Estaban negando su propio pecado y atribuyéndoselo quizás a algo externo a ellos. Si pecaban, entonces, quizás había sido porque tocaron algo o a alguien que era un pecador. Quizás el pecado de esa persona se le había pasado y le había hecho transgredir la ley de Dios.

Esto es exactamente lo que hacen muchos creyentes. Viven en hipocresía! Niegan que sus corazones son tan depravados y perversos (Jeremías 17: 9), que tienen que atribuirle a otras cosas externas a ellos el pecado que fue cometido en su vida. Si pecan y se han puesto el abrigo de otra persona, entonces quizás fue que se contaminaron con el pecado de esa persona. Hipócritamente niegan la maldad de sus propios corazones. Y esto era lo que hacían los fariseos y lo que hacen aún en nuestros días muchos creyentes.

Pero, que fue lo que les enseñó Cristo a sus discípulos? Si leemos el resto del pasaje encontraremos lo siguiente,

¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. 20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.” Marcos 7: 18b-23

Está esto de acuerdo con las creencias de estos creyentes en la actualidad? Jamás! Sus doctrinas son más farisaicas que bíblicas, y es por ello que debemos rechazarlas. Lo que contamina al hombre es lo que proviene de su propio corazón. Noten la larga lista de pecados que cita Cristo y que achaca a los corazones de los hombres. Son estas maldades las que contaminan a un hombre, no es la ropa que nos pongamos, ni la comida que ingiramos, ni tocar a un homosexual. Lo que nos hace pecadores es el perverso corazón que tenemos.

A la verdad el verdadero creyente reconoce su maldad y su pecado. Reconoce que vive diariamente en una lucha constante con la maldad en su corazón. Reconoce que a pesar de haber sido libertado por el poder de Dios de las garras del pecado, aún el mal mora en su corazón y debe enfrentarse a él y batallar duramente cada día. El creyente es aún un pecador!Pablo lo describe de la siguiente manera en la epístola a los Romanos,

14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” Romanos 7: 14-24

Puede decir esto de sí mismos aquellos que creen que se pueden contaminar con el pecado de otra persona por utilizar su ropa? Lo que hacen estos creyentes contemporáneos adoptando esas viejas doctrinas de los fariseos es callar la verdad que les es revelada por su conciencia. Por medio de ritos diseñados por hombres han querido apagar la voz de su conciencia que les repite que su corazón es malvado y que necesitan arrepentirse constantemente ante Dios. Jesús les dice: Hipócritas!

Dejémonos de tonterías. Desechemos esas tradiciones humanas. Conozcamos y profundicemos en las verdades reveladas en las Escrituras acerca de la verdadera condición del hombre. El evangelio es para aquellos que se ven a sí mismos como pecadores, no para los que con una actitud farisaica intentan ocultar su verdadero corazón.

sujetosalaroca.org
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MALDICIONES GENERACIONALES ¿QUE SON? ¿SON VALIDAS? QUE DICE LA BIBLIA

MALDICIONES GENERACIONALES

INTRODUCCIÓN

Las Maldiciones Generacionales es una de las corrientes teológicas Neo-pentecostal que más ha penetrado en el fuero interno de nuestros púlpitos, sin importar federación por mas antigua que sea, y ministerios por muy sabios que sean.

En consecuencia los maestros de esta tendencia moderna (que no es tan moderna por cuanto San Agustín la defendió), han diseñado definiciones, clasificaciones y practicas basadas en textos bíblicos veterotestamentario aparentemente sólidos pero que al analizarlos se denota un desconocimiento de las reglas universales de la hermenéutica (que en esos entornos se habla ya de la muerte de tal herramienta) y un desconocimiento asombroso de aspectos dispensacionales.

Por lo antes mencionado resulta necesario demostrar lo bíblico, lo empírico, lo práctico, la contradicción teológica y la refutación bíblica; y así corregir con firmeza las desviaciones que entre nosotros han sido ciertas.

En fin el aspecto apologético de la verdadera doctrina es la brújula que guía esa investigación.

• DEFINICION

Maldición

Definición Etimológica:

Palabra o frase grosera con la que una persona muestra su gran enfado: se puso como una fiera y empezó a soltar maldiciones contra todo el mundo; después llegaron los golpes en la mesa, las maldiciones, las blasfemias y los broncazos de rigor.
Expresión o conjunto de palabras con la que se invoca o se desea el mal para una persona: echar una maldición.
Desgracia que se considera un castigo impuesto por una fuerza sobrenatural: sobre ese pueblo pesa una maldición divina; una maldición bíblica; viéndote en aquella penumbra que te envolvía, me pareció que soportabas una especie de maldición.
Expresión que indica disgusto o enfado: ¡maldición, se me escaparon esos rufianes! ¡Maldición!
Diccionario Larousse http://www.diccionarios.com/consultas.php

Definición Conceptual

A borrecer, detestar, execrar, vituperar, condenar a una persona o cosa. Es atar a alguien con palabras o blasfemias. Una maldición es una fuerza demoníaca puesta sobre una persona o una familia a través de: palabras, o por voluntad y acción de alguien. Las acciones pueden incluir a los propios padres involucrados en actividades de ocultismo .

Olivia Vega del Centro Cristiano Calacoaya

“Una popular, aunque aberrante enseñanza que mantiene que los problemas en la vida de un Cristiano – incluyendo enfermedad, pobreza, desastres naturales, etcétera – pueden todos ser consecuencia de alguna maldición proferida muchas generaciones atrás. A menudo, los creyentes en esta teoría se hallan envueltos en igualmente aberrante variedad de guerra espiritual, con un énfasis no-sano y no-bíblico en los demonios. Muy prevaleciente en los movimientos “Palabra de Fe”, así como en los controversiales movimientos de renovación y avivamientos de nuestro día”

Apologetics Index' (Índice Apologético)

Definiciones Teológicas De Maldición

Una maldición en la escritura es la expresión verbal directa o indirectamente, que en virtud de un nexo sobrenatural de operación, acarrea daño por su mera expresión contra la persona a quien está dirigida. En la escritura pueden distinguirse dos clases de maldiciones: 1) La maldición iniciada por Dios, y 2) La maldición iniciada por el hombre.

La Maldición Divina : La primera maldición ocurrió después de la caída. Cuando Dios confrontó a la serpiente, a la mujer y al hombre. (Gen. 3:14-19). Como en esa ocasión, la maldición de Dios es siempre una acción judicial, o sea, una expresión de juicio divino relacionado con las consecuencias del pecado o la desobediencia. La maldición última de Dios es declarada en Gen. 2:17 y afecta a todos los descendientes de Adan. Las maldiciones y bendiciones del pacto fueron diseñadas para proteger al pacto entre Yahvé y el pueblo hebreo. (Dt. 27: 15-26; 28:15-36).

La Maldición horizontal. En el plano horizontal, un hombre puede maldecir a otro hombre. En el AT, las maldiciones eran pronunciadas contra personas como los asesinos, (Gn 4:11-12; 49:6-7; 2 S. 18:32; Job 27:7; Dn. 4:16) o que ya hayan causado daño (Sal. 35:4-8; 40:14-15). Las maldiciones eran eficaces sólo cuando las palabras eran respaldadas por el poder del alma; si no, eran solo “palabras vacías” (2R. 18:20). La maldición horizontal servía “para castigar, para proteger y para corregir” (S.Gevirtz). Cuando la maldición humana se dirige contra Dios, es blasfemia (Job 1:5,11; 2:5,9)

SINONIMOS DE LA PALABRA MALDICIÓN

I mprecación , execración , condenación . Maldecir , echar maldiciones execrar , condenar , maldecir , imprecar , jurar como un carretero .

Diccionario Sinónimo y Antónimo de la Lengua Española

http://www.diccionarios.com/consultas.php

• BASAMENTO BIBLICO

En los pasajes bíblicos a continuación esta basada la doctrina de las maldiciones generacionales.

Génesis 9:20-23: 20 Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; 21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. 22 Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera. 23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. 24 Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven, 25 y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos .

Génesis 12:3 : Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Génesis 27:6-13 : 6 Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: 7 Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera. 8 Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando. 9 Vé ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta; 10 y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte. 11 Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mí hermano es hombre velloso, y yo lampiño. 12 Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición. 13 Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos.

Éxodo 20:3-6: 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. 4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

Deuteronomio 30:19 : A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

Josué 6:18 : Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis.

Salmos l09:17-20 : 17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. 18 Se vistió de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos. 19 Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre. 20 Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian.

Isaías 28:18a: Y será anulado vuestro pacto con la muerte y vuestro convenio con el Seol no será firme...”.

Proverbios 26:2 : Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.

Isaías 65:23 : No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.

Malaquías 3:8-9 8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

Malaquías 4:6 : El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

Gálatas 3:13 : Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero).



• ASPECTO EMPIRICO

La enseñanza principal en esta doctrina está en que las cosas malas que nos suceden son consecuencia de los pecados de nuestros antepasados. Una lista de cosas adversas, tales como ( miedo, problemas en los pies, dolores de cabezas, migrañas, enfermedades del corazón, complejo de inferioridad, insomnio, esclerosis múltiple, auto-imagen negativa, condición nerviosa, infartos, pobreza, hijos rebeldes, familiares inconversos, preocupaciones, etc. son maldiciones . ) Y estas maldiciones nos llegaron “de gratis”, simplemente por haber venido de una familia cuyo árbol genealógico fue infectado por la iniquidad. Según esta enseñanza, el árbol familiar de cualquier persona puede ser maldecido por el pecado de uno de sus miembros. Al respecto dice una famosa maestra de esta corriente doctrinal : Ob.cit.

Olivia Vega sostiene que: "Alguien en un árbol familiar comienza la maldición por medio de la desobediencia", además

Es importante señalar que e l impacto de ésta enseñanza es universal. Si cualquier antepasado nuestro comienza la maldición solamente por desobedecer, entonces no solo algunos, sino todos los seres humanos están bajo maldición y necesitan romper tales maldiciones. Pues, ¿quien tiene antepasados que nunca hallan cometido desobediencia (pecado)? ¡Nadie!

• POSTULADOS DE ESTA DOCTRINA

• Maldiciones generacionales

Cuando el hombre elige andar en obediencia con Dios, se le aseguran las bendiciones de Dios sobre su vida; y estas bendiciones pasaran a sus hijos y a los hijos de sus hijos. No así, cuando el hombre elige ignorar los mandamientos de Dios, se revela contra las leyes de Dios, será maldito al igual que su descendencia.

Dt. 30: 19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

• Maldiciones por pecados personales

El pecado es la desobediencia a los mandamientos de Dios. Para Dios, la obediencia parcial es desobediencia . Dt. 27:26. 26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

• Idolatría (hacer o adorar ídolos), Dt. 27:15.

• No honrar a los padres, Dt. 27:16.

• Oprimir a los indefensos, Dt. 27:19

• Fornicación, Dt 22:21-29.

• Incesto, Dt. 27:22, 23.

• Hijos concebidos fuera del matrimonio, Dt. 23:2

• Tener objetos malditos, Dt. 7:25, 26.

• Descuidar la obra del Señor, Jr. 48:10ª.

• Cosas malditas

El hombre se pone bajo maldición cuando toma una cosa maldita (ANATEMA), como posesión propia, este vocablo se deriva del hebreo “CHEREM” literalmente significa “cosa dedicada”. Las cosas que se dedican a Dios se convierten en maldiciones para la persona que las toma para sí (Jos. 6:17-19).

Acán se apodero de un manto, un lingote de oro y piezas de plata, cosas dedicadas a Dios. Robo a él y lo que tomo se le convirtió en una maldición, también a su familia y para todo el campamento de Israel (Jos. 7:1, 11, 18-26).

• Palabras de maldición

Las malas palabras pueden producir maldiciones, no sólo cuando se dicen con toda maldad, sino cuando se pronuncian con descuido; también al hablar mal de los demás, los maldecimos.

La Palabra de Dios nos ordena bendecir en lugar de maldecir (Ro. 12:14). Por lo tanto, maldecir a otros trae una maldición sobre uno mismo (Pr. 6:2; 18:21). Aquí trasciende las consecuencias del pecado y no la culpa.

• Categorías de maldiciones

a) Maldiciones justas

Son las originadas por rebeldía contra Dios y que pueden extenderse hasta la cuarta o aún hasta la décima generación y que son resultado de los pecados cometidos al romper el pacto con Dios. Éxodo 20:3-6

- Involucrarse en alguna forma de ocultismo:

Consultar horóscopos, formas de adivinación, tarot, tabla "ouija", brujería, magia, astrología, telepatía, proyecciones astrales, aromaterapia, meditación trascendental, yoga, espiritualismo, amuletos, péndulo, hipnotismo, lectura de cartas, lectura de la mano, lectura del café, karate, supersticiones, nueva era, etc.

- Nacimiento ilegítimo (sin la bendición de Dios).

La maldición impide la bendición de Dios en la vida de la persona y tendrá consecuencias en todo lo que haga, hasta que no se arrepienta y camine con Dios.

b) Maldiciones impuestas

Originadas en el hombre como resultado de palabras habladas por alguna persona con odio o enojo hacia otra. Pr 18:21a.

Hay maldición al invocar a los agentes de Satanás, como brujos, adivinos, sacerdotes satánicos, espiritualistas, gitanas, etc., que saben y están conscientes que actúan por el poder del enemigo.

Otras maldiciones son dichas por alguien que odia o rechaza a otra persona; ésta persona no sabe que es inspirado también por Satanás.

c) Maldiciones bíblicas

- La oposición a la autoridad o descubrir su pecado o falta a otros .

Por ejemplo: María habló mal de Moisés y quedó leprosa. Tanto a las autoridades como a los padres se les debe honrar y respetar, aún no siendo ejemplares. Génesis 9:20-23

Reflexionemos en esto que trajo la maldición a Canaán. Noé se embriagó, es un acto de rebeldía y es un pecado; su hijo lo descubrió ante sus hermanos, es decir, no honró a su padre. La enseñanza es: si somos testigos de las debilidades de alguno, aún con evidencias, no debemos comunicarlo a otros, porque puede acarrearnos maldición.

- Los que maldicen al pueblo escogido por Dios .

Si tú quieres bendición para ti, para tu familia, ora y bendice a Israel; es una promesa de Dios. También cuando se maldice al cristiano a quien Dios ha bendecido, se atrae maldición sobre sí mismo. Génesis 12:3 :

- El robar a Dios en el diezmar y ofrendar .

Qué importante es enseñar a los niños desde pequeños a diezmar y a los jóvenes que trabajan a apartar su diezmo para Dios, esto ayuda a romper cualquier maldición de pobreza y ser apartado el enemigo de sus vidas y tener prosperidad. Malaquías 3:8-9.

d) Auto-maldiciones

Rebeca, madre de Jacob y Esaú, cuando quiso obtener la bendición para el menor, aunque Dios ya lo había escogido, ella quiso actuar por sí misma engañando a Isaac para lograrlo. Génesis 27:6-13

En este caso fue una auto maldición conciente, declarada por ella misma y se hizo acreedora a la maldición con los hijos lejos y sufriendo hasta morir, sin volver a verlos. Personas pronuncian maldición, o “profetizan negativamente” recibiendo el efecto de ello.

Ejemplos: "Yo nunca me casaré para no sufrir como mis hermanas", "esta enfermedad me va a matar", "tengo miedo de que me roben y me dejen medio muerto y en la calle", "yo no nací para tener hijos, son un problema". Sin darse cuenta quien así piensa se está auto maldiciendo o está maldiciendo a su generación.

• Síntomas más comunes de las maldiciones

Tormentos nocturnos, pesadillas, depresión continua, persistentes dolores de cabeza, fatiga inexplicable, alcoholismo generacional, confusión, frecuentes accidentes, pensamientos suicidas, lagunas mentales, explosiones de enojo, algunas enfermedades, muertes prematuras en la familia, pobreza continua o bancarrota.

• Causas y efecto de las maldiciones :

a. Causa de las maldiciones : Toda maldición es producida por alguna causa. Pr 26:2

- La Desobediencia

La principal causa de recibir maldición es la rebelión . Por ejemplo, Adán y Eva. Dios los creó a su imagen y semejanza, los bendijo y les dijo que fructificaran y se multiplicaran. Por supuesto con la bendición vino la responsabilidad de obedecer, pero desobedecieron y la tierra fue maldita, y con ello vinieron consecuencias.

Otro ejemplo fue luzbel se rebeló contra Dios y fue arrojado del cielo y recibió maldición.

- Acciones en contra de la voluntad de Dios o de su Palabra

Las maldiciones se reciben cuando voluntariamente se cometen acciones en contra de la voluntad de Dios o de su Palabra. Esto trae consecuencia de maldición en la persona y en su descendencia.

Uno de los propósitos del enemigo, al cual se le da autoridad por el pecado de rebeldía o desobediencia, es perpetuar o continuar la maldición en todas las generaciones posibles.

b. Las maldiciones son heredadas :

Alguna enfermedad puede manifestarse en varias generaciones de la familia, aún por asunto de raza. Cuando asistimos al doctor para consultarle, normalmente él hace un “historial clínico” para descubrir la enfermedad o padecimiento en ambas líneas genéticas de nuestros ancestros. Los doctores quieren saber si no hay alguna maldición o herencia familiar; no lo dicen así, pero eso es realmente, porque preguntan: "¿Tu padre padeció cáncer? ¿Tu madre tuvo lupus? ¿Diabetes? ¿Artritis? ¿Problemas cardiacos?" etc.

Las enfermedades físicas no son las únicas maldiciones generacionales, muchas más se pueden identificar al observar o discernir los pecados familiares y los problemas que se repiten o se intensifican en las generaciones siguientes.

Ejemplos: maldiciones de pobreza, fracasos conyugales, divorcios, esterilidad, accidentes, madres solteras, locura, alcoholismo, soltería, muerte, etc. Los canales utilizados para transmitir las maldiciones heredadas son los genes, los cromosomas y la sangre.

c. Efecto de las maldiciones :

• Todos en mi familia han muerto a los 39 años.

• Mis cuatro hermanas se han divorciado.

• Mi madre fue infiel y a pesar de aborrecer esa actitud, tengo una relación con un hombre casado.

• Mis hermanos y hermanas “han tenido que casarse”.

• Cada varón en mi familia ha sido alcohólico y mi hijo adolescente está bebiendo mucho.

• No veo progreso en mi vida espiritual.

• He sido despedido de cada empleo, o las compañías donde he trabajado han quebrado.

• No puedo disfrutar la vida, porque siento que pronto sucederá una desgracia y así ocurre.

• LO PRÁCTICO

• Métodos de limpieza :

• Descubrir y quebrantar

Es el proceso mediante el cual el creyente descubre y quebranta las maldiciones por medio de la repetición de oraciones diseñadas para tal fin.

La persona debe buscar libros o alguien que tenga un ministerio de liberación para realizarle una investigación diagnostica que determine el origen de las maldiciones en su vida.

Formula : “Yo cancelo toda obra demoníaca que halla sido pasada a mi de mis ancestros… yo renuncio a toda asignación satánica que sea dirigida a mi y a mí ministerio, y yo cancelo toda maldición que Satanás y sus obreros hallan puesto sobre mi… yo rechazo todos los otros sacrificios de sangre donde Satanás halla reclamado propiedad de mi”, amen

• Sanar las memorias.

Por medio de este método se busca ‘revivir' todas las experiencias pasadas que nos causan resentimiento y perdonar a aquellos que causaron el mal. Estas memorias suelen, según ellos, traer maldición por medio del rencor y la amargura; también se dice que los demonios pueden entrar en la persona que no perdona.

• Exorcismo

Algunos casos van hasta el punto donde la persona debe ser liberada por medio de la expulsión de demonios, éstos han llegado a la persona como “heredad” por el pecado de sus antepasados. Según esta doctrina detrás de cada pecado existe un demonio que lo causa. Cuando la persona practica un pecado, el demonio pertinente a este pecado posee al individuo y es pasado a sus descendientes naturales.

A menudo las personas deben ser liberadas de la maldición antes de que puedan arrepentirse, pues en muchas ocasiones, el arrepentimiento es imposible porque la maldición no ha sido quebrantada. Por ejemplo, el siguiente caso es citado donde una joven quería convertirse pero no podía porque estaba bajo control de espíritus inmundos por la maldición de sus antepasados. No fue hasta que la persona confesó los pecados de sus abuelos que pudo recibir salvación.

"Yo le dije a Maria que era tiempo de que renunciara a lo que su familia había hecho y a los espíritus asignados como resultado… Inmediatamente Maria bajó su cabeza y comenzó a orar en voz alta. Ella pidió perdón por su familia por estar envuelta con el hombre de los pollos. Ella oró por liberación del mal. Luego pausó. “¡Él lo hizo!" Gritó ella, lagrimas de gozo bajaban por sus mejillas. ¡"El me salvo! Él está en mi corazón." Nosotros también celebramos su victoria".

• Procedimiento para romper las maldiciones en mí, en mi familia y en otras personas

¡Entremos a una nueva dimensión para ministrar y rescatar a nuestra generación para el Señor!

• Arrepentirse de permitir llegar a la maldición.

• Tomar autoridad en el Nombre de Jesús y aplicar la sangre de Cristo para romperla.

• Si tú, tu familia, o alguna persona que es víctima de maldición, se ha involucrado en alguna forma de ocultismo, arrepentirse y renunciar rompiendo cualquier atadura.

• Si alguna pareja se va a casar, romper cualquier cadena de su pasado. También puedes hacerlo si ya tienes años de casado (a); no podemos saber todo lo que previamente hubo en nuestro linaje.

• Sacar y destruir todo objeto, libro o imagen relacionada con la maldición.

Pero vosotros guardaos del anatema (objeto de maldición); ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. Josué 6:18 Turbar el campamento también es afectar nuestra casa.

• Romper y renunciar a cada maldición generacional del linaje del padre y la madre.

En Cristo somos un nuevo linaje, un nuevo árbol genealógico por medio del madero de la cruz, donde toda iniquidad de los padres fue clavada y redimida.

• Si hay alguna maldición a través de un brujo, o siervo de Satanás se puede usar la Palabra.

17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. 18 Se vistió de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos. 19 Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre. 20 Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian. Salmos l09:17-20

Volverá a aquel de quien procede y no tendrá un efecto en la vida del cristiano obediente.

• Perdonar y bendecir a la persona que pronunció o produjo maldición en tu vida, especialmente si fueron tus padres.

• Las parejas cristianas que adoptan bebés, romper las maldiciones generacionales y si las conocen, tanto mejor. Renunciar a ellas y a cualquier asignación que el enemigo tenga en su vida en el Nombre de Jesús. Aplicar la sangre de Jesús al pasado y proclamar un futuro para ti y el bebé en Cristo.

Isaías 28:18a: Y será anulado vuestro pacto con la muerte y vuestro convenio con el Seol no será firme ...”. El nuevo pacto de la sangre de Cristo es efectivo.

• Por último algo muy importante para las mujeres. Así como Satanás llegó a Adán a través de Eva, muchos hombres son atrapados por las mujeres, tanto las ajenas que quieren destruir las familias, como las esposas que frustradas por tener un esposo inconverso o inmaduro, toman la autoridad y el lugar del esposo,

Para que una mujer pueda romper cualquier maldición en la familia, primero tiene que entrar al orden divino, respetando al hombre como su cabeza y estando bajo su cobertura y protección. Así mismo, el varón debe cumplir con su responsabilidad de ser cabeza, autoridad, proveedor y protector para la familia. Las familias que no están en el orden espiritual son un blanco seguro para las maldiciones.

Tenemos la promesa de Malaquías 4:6: El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Hemos de entrar al orden de Dios y a la obediencia; de lo contrario se recibirá maldición.

• REFUTACION BIBLICA

Los proponentes de esta doctrina utilizan citas bíblicas que ciertamente pueden hacer pensar, que lo que se dice es realidad. Por cierto, no todo lo que se dice y se enseña en esta doctrina es falso, pues toda doctrina por muy falsa que sea contiene algo de verdad en ella.

Cuando leemos en los siguientes textos de la Biblia , utilizados como base principal de esta creencia, vemos que el castigo ó consecuencia negativa generacional fue establecido por Dios como consecuencia del pecado…

Génesis 9:20-23. En este pasaje podemos observar la maldición que Noe profirió sobre canaán y las bendiciones que ofreció a Sem y a Jafet y ciertamente al ver el desarrollo de la vida de Canaán vemos como la maldición proferida por su padre fue una realidad en él.

Génesis 12:3. Aquí encontramos a Dios ofreciéndole a Abrahán la promesa de maldecir a quien le maldijese con el fin de darle protección.

Génesis 27:6-13 . En este pasaje observamos a Rebeca asumiendo el riesgo de recibir la maldición en caso de que Isaac se diera cuanta del engaño del cual era objeto.

Ezequiel 18:20. La norma del juicio antes establecida: “el alma que peque, ésa morirá, y no ninguna otra por causa de ella”. Dios cumple así con la instrucción que Él mismo dio a los jueces humanos. (Dt. 24:16): “el hijo no llevará el pecado del padre, si no sigue las pisadas del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo, a no ser que le haya dado mal ejemplo o no haya hecho nada para disuadirle de sus malos caminos”. En el día de la revelación del justo juicio de Dios, que está ahora como en nublado o eclipse, la justicia del justo aparecerá ante todo el mundo que está sobre él, para su eterno consuelo y honor; sobre él para su eterna confusión; sobre él, como una cadena o como un peso enorme que lo hunda en el abismo.

• REFUTACION TEOLOGICA

La doctrina de las Maldiciones Generacionales se contrapone y anula las siguientes doctrinas cardinales:

• DOCTRINA DE LA EXPIACIÓN

El diccionario la define como: "Borrar las culpas mediante un sacrificio".

En el sentido literal de la palabra "expiar" o hacer expiación quiere decir cubrir.

En este sentido es usada muchas veces en el Antiguo Testamento en relación con los sacrificios de animales que ofrecieron. Ejemplo: (Lev. 16:5, 15). Esos sacrificios no podían quitar el pecado. (Heb. 10:4). La sangre de los animales cubrían los pecados de los Israelitas delante de Dios hasta que vino Cristo a quitarlos por su muerte en la cruz. Dios aceptaba aquellos sacrificios como una muestra de fe en el Salvador que iba a venir.

Para el cristianismo "expiar" o "expiación" es un término que ha llegado a cubrir toda la obra sacrificadora y redentora de Cristo, quien hizo expiación por nuestros pecados por medio del sacrificio de si mismo en la cruz. Su muerte dejó satisfecho la justicia de Dios y le permitió perdonar a los pecadores arrepentidos.

Entonces la doctrina de la expiación nos enseña cómo el hombre alcanza la libertad de todos sus pecados por medio del sacrificio de Cristo.

Is. 53:10 tenemos una clara profecía: "...cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado".

Rom. 5:6-8 6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

II Cor. 5:21. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

I Pedro 2:24 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

I Pedro 3:18 18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

He 9:28 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

• DOCTRINA DE LA REGENERACIÓN :

La doctrina del nuevo nacimiento nos habla de un acto de regeneración que le da entrada al hombre al reino de Dios por el lavamiento de sus pecados, por este acto el hombre es lavado y renovado, rompiendo con ello toda cadena de pecado y se anulan todas las actuaciones de su vida pasada.

Col 2:13-14 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

2 Cor 5:17 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas

Col. 1:21 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado

Tito 3:4-6 4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.

• DOCTRINA DE LA JUSTIFICACIÓN

La justificación es el acto mediante el cual Dios declara justo al injusto. No significa hacer al pecador justo, sino declarar que es justo. Es más que el perdón. El perdón libra de la condena del pecado, pero no de la culpabilidad. En la justificación, Dios no solamente perdona al pecador, sino que también lo declara justo y libre de la culpabilidad de su pecado. Delante de Dios es como si nunca hubiera pecado. Entonces tiene paz para con Dios. Rom 5:1 .

Rom 5:1, 9-10 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.; 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

• DOCTRINA DE LA REDENCION

En el Nuevo Testamento el verbo redimir lleva la idea de comprar un esclavo para ponerlo en libertad. Los hombres aparecen como esclavos "vendidos a sujeción de pecado", (Rom. 7:14) "andando conforme a la condición de este mundo y conforme al príncipe de la potestad del aire". (Ef. 2:2), "bajo maldición" (Gál. 3:10), "sentencia de muerte". (I Cor. 1:10) Cristo es nuestro Redentor, habiéndonos comprado por el precio de Su preciosa sangre. (Mat. 20:28, I Tim. 2:6, I Ped. 1:18-19).

• CONCLUSIONES

• No existen maldiciones generacionales en esta dispensación de la gracia.

• El Señor nos llamó a predicar la salvación para los hombres a través de la fe en el Señor Jesucristo, y no mediante un proceso de liberación de maldiciones.

• El verdadero discipulado es llevar al creyente a depositar toda su fe en Cristo y que su salvación está en el sacrificio expiatorio en la Cruz del Calvario

• Una de nuestras prioridades es formar el carácter de Cristo en el creyente que es lo único que le garantiza la verdadera libertad. Juan 8:31-32.

• CONSIDERACIONES

• Que la corriente que enseña sobre las Maldiciones Generacionales está influenciando a los creyentes a través de prácticas de renuncia y liberación utilizadas en encuentros y cultos.

• Que el argumento mas utilizado por los exponentes y practicantes de esta corriente es que da resultados y que creyentes de muchos años han recibido liberación de maldiciones generacionales que desconocían aun estando en Cristo

• Que en dichas practicas se incluyen hasta regresiones para sanar los recuerdos de traumas ocurridos desde el vientre materno, niñez, adolescencia y la edad adulta

• Que se ha llegado al extremo de manipular sicológicamente a algunas personas hasta dejarlos en estados alterados de conciencia, haciéndose necesaria la intervención de profesionales de la psiquiatría y psicología para atender las personas en cuestión.

• Que dicha práctica puede constituirse en delito penado por las leyes debido a práctica ilegal de alguna profesión

• Que el apoyo bíblico de esta corriente es netamente veterotestamentario dando la sensación de que se está en la dispensación de la ley, haciendo nulo, por consiguiente, el Sacrificio de Cristo.

• GLOSARIO

Ancestral : Perteneciente o relativo a los antepasados, de origen muy antiguo.

Anatema : Condena eclesiástica que excluye a los fieles del seno de la iglesia. Maldición.

Diagnosis : Conocimiento de los signos y síntomas de las distintas enfermedades.

Empírico : Se funda en la experiencia y observación de los hechos.

Hipnosis : Estado parecido al sueño provocado en una persona, cuyo efecto más característico es el sometimiento de la voluntad del hipnotizado.

Hipnotizar : Atraer mucho a alguien o influir poderosamente en él.

Inicuo : No equitativo, injusto, malvado, cruel, idolatría.

Practica : Realización de una actividad de forma continuada y repetida.

Prescritas : Escritas antes.

Refutar : Contradecir con argumentos o razones lo que otra persona dice.

Maldición Palabra o frase grosera con la que una persona muestra su gran enfado .

Expresión o conjunto de palabras con la que se invoca o se desea el mal para una persona .

Desgracia que se considera un castigo impuesto por una fuerza sobrenatural
Expresión que indica disgusto o enfado:

I mprecación , execración , condenación .

Iniquidad Injusticia o gran maldad en el modo de obrar . Ilegalidad , desafuero , infamia , maldad , inmoralidad , ley del embudo ; Iniquidad se emplea, en muchos casos, hiperbólicamente.

Maldad. (Del lat. malitas, -atis ). Cualidad de malo. Acción mala e injusta

Pecado. (Del lat. peccatum ).

Trasgresión voluntaria de preceptos religiosos.

Acto con que el hombre peca voluntariamente.

Apetito desordenado que es fuente o principio de otros pecados.

Según la doctrina cristiana, aquel en que es concebido el hombre por descender de Adán y Eva.

Expiación Borrar las culpas mediante un sacrificio". "Sufrir el delincuente la pena impuesta

BIBLIOGRAFÍA COMPENDIADA

Hammond, Frank. Rompiendo las maldiciones. Bogotá: Libros Desafío, 1995.

Lund, E. Hermenéutica. Miami: Editorial Vida, 1975.

riest, Roberto, Tomas Campbell y Bradford mullen. “Apuntes pastorales”.

“La guerra espiritual”. Vol. XIV No. 3, 1997.

Diccionario Santillana. Madrid: Editorial Santillana, 1993.

Trujillo, Jorge. Maldiciones Generacionales. Ministerios Vida Eterna, Inc. www.vidaeterna.org .

Valera, Reina. Biblia Thompson. Miami: Editorial Vida, 1988.

Palabras de Marilyn Hickey - Citado en ‘Are Christians Cursed

Break The Curse, Articulo de Internet - Marilyn Hickey Ministries

Curses, Articulo en "Latin American Evangelist"iv Neil T. Anderson, The Bondage Breaker.

Eugene , Ore. : Harvest House Publishers, 1990, pg. 107. citado en DEMONS, DEMONS, WHERE ARE THE DEMONS?

THE UNCHANGED AND UNCHANGING NEIL ANDERSON by G. Richard Fisher
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El Médico "San Lucas" , narra la fascinante historia de peligro, lucha y triunfo que marca el nacimiento de la iglesia cristiana. Es palabra por palabra la representación de la Nueva Versión Internacional de la Biblia de el Libro de los Hechos y es una obligacion de cualquier cristiano tenerla en su coleccion ( Si no la puedes descargar, comprala ) Se utiliza el vestuario históricamente exacto, y se tiene la sensación de lo que debio haber sido en el tiempo de los apóstoles, y en sus viajes por todo el Mediterráneo. Es una gran herramienta de estudio de la Biblia, y se puede utilizar ya sea solo para verla, y si tienes un Biblia, al leerla puedes ver como a lo largo de la pelicula se despliega los capitulos y versiculos en la esquina inferior derecha cambiando mientras avanza la pelicula.


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PELICULAS CRISTIANAS GRATIS. HECHOS DE LOS APOSTOLES PARTE 2



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¿En donde puedo aprender como guiar mis hijos en la disciplina e instrucción del Señor?

El libro de Proverbios es un guía maravillosa e intenso que contiene mucha sabiduría, que usted le puede impartir a sus hijos al guiarlos en una vida que le agrada a Dios. Para su beneficio, hemos hecho una lista de diez lecciones basado en los Proverbios que usted le puede enseñar a sus hijos. Estamos convencidos que, en el proceso de enseñar estas lecciones, usted va poder encontrar otros principios en los Proverbios que le servirán a sus hijos para el resto de sus vidas.

Enséñeles a sus hijos:

1. A tener un temor de Dios (1:7, 9:10; 10:27; 14:26-27; 15:16; 16:6; 19:23)
2. A guardar sus mentes (4:23; 23:7)
3. A que le obedezcan (1:8; 4:1-4; 6:20-23; 30:17)
4. A escoger cuidadosamente sus amigos (1:11-18; 2:10-15; 13:20)
5. A controlar sus deseos pecaminosos (2:16-19; 5:3-5; 6:23-33; 7:6-27)
6. A disfrutar la fidelidad sexual (5:15-20)
7. A cuidar sus palabras (4:24; 10:11, 19-21, 32; 12:18, 22; 15:1-2, 7; 16:23; 20:15)
8. A buscar trabajo y hacerlo bien (6:6-11; 10:4-5; 22:29)
9. A manejar su dinero bien (3:9-10; 11:24-26; 19:17: 22:9)
10. A amar a su prójimo (3:27-29; 25:21-22)

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DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL CON Armando Alducin

Queridos amigos he subido una predicación del Hno Armando Alducin que se llama Discernimiento Espiritual, MUY RECOMENDADA sobre todo para estos tiempos, espero sea de bendición, se encuentra en el BOX que esta a la derecha en donde dice MIS LIBROS ahí ustedes pueden escuchar la predicación o pueden también descargar el mp3 con solo unos clicks.
BENDICIONES
Alberto

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God pie



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John Piper Contemplen, crean, levántense



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EL DESAFIO DEL MINISTERIO 2010 ¡YA DISPONIBLE!


CASA DE ORACION GUADALAJARA HA POSTEADO EL DESAFIO DEL MINISTERIO 2010 EN ESTE LINK PUEDEN DESCARGAR TODAS LAS PREDICAS O ESCUCHARLAS COMPLETAMENTE GRATIS
EL DESAFIO DEL MINISTERIO 2010

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Síntomas de Decadencia Espiritual: 3. Pérdida de vigor y actividad de las gracias que Cristo implantó en nosotros en la conversión

En 2P. 1:3-4, el apóstol nos enseña que los creyentes hemos sido hecho partícipes de la naturaleza divina. Eso no significa que el creyente se ha convertido en una especie de “dios” en miniatura. Lo que Pedro nos está diciendo aquí es que el cristiano es una persona en quien Dios ha implantado aquellas características divinas que son las que conforman la vida de piedad.

El cristiano no es simplemente un hombre a quien se le han perdonado sus pecados (aunque ciertamente todos sus pecados han sido perdonados, pero esa no es toda la historia). Lo que Pedro dice en ese texto es que todas las cosas que pertenecen a la vida de piedad han sido implantadas en el alma de ese individuo.

Por lo tanto, el verdadero creyente está llamado a manifestar esas características de piedad en un grado o en otro. Es a esas características que llamamos: “las gracias espirituales del alma”.

Cuando el creyente está creciendo y desarrollando su vida espiritual, esas gracias se encuentran vigorosas y activas. Y podemos ver en él ese fruto del Espíritu que Pablo describe en Gal. 5:22-23, no de forma perfecta, pero sí de una manera estable y sostenida: “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (dominio propio).

Pero tan pronto entramos en un período de decadencia espiritual esas gracias se debilitan, y disminuye su vigor y su actividad. Y ¿en qué momento eso suele manifestarse? Cuando entramos en el horno de la aflicción. Un creyente que está atravesando por un período de decadencia no está preparado para resistir los embates de vivir en un mundo caído.

¿Por qué muchos creyentes reaccionan con amargura y resentimiento ante las ofensas de los demás? Porque las gracias de la humildad y de la mansedumbre se encuentran terriblemente debilitadas.

Por eso Pablo nos exhorta a fortalecernos en el Señor y vestirnos de toda la armadura espiritual antes de que llegue el día malo (Ef. 6:10-13); nadie puede prepararse para la guerra en medio del campo de batalla.

Las dificultades nos ayudan a ver la realidad de lo que profesamos. Un creyente en decadencia verá en medio de la prueba la verdadera condición de su alma. La prueba misma puede ser el instrumento que Dios use para despertarlo.

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
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Síntoma de decadencia espiritual: 2. Cuando el corazón no está procurando activamente conformarse a la norma de santidad que decimos aprobar

Noten que no estamos hablando aquí de un individuo que abierta y atrevidamente llama a lo bueno malo y a lo malo bueno. No. Este creyente no ha reducido sus normas de santidad. Pero aun así su corazón no está procurando anhelantemente conformarse a esa norma.

Todo verdadero creyente que está caminando cerca de Dios tiene una lucha a muerte con el pecado que aún reside en nuestro interior; esa es la experiencia que Pablo describe en Rom. 7:15ss.

“Porque lo que hago, no lo entiendo – dice Pablo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago… Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” (Rom. 7:15-23).

Pablo percibía en su corazón una tendencia pecaminosa, a la que él llama “la ley del pecado”, que lo empujaba en el sentido contrario al bien que él deseaba y en el que él se deleitaba. Esa es la lucha que percibe todo hombre que está creciendo en gracia. Pero el que está en decadencia espiritual no percibe esa realidad tan violentamente en su interior.

Él está tranquilo porque en su mente todavía aprueba el contenido de la Ley moral de Dios, sin darse cuenta de la poca involucración de su corazón en procurar activamente caminar a la luz de esa norma de santidad revelada en las Escrituras.

Cuando escucha un sermón de la Palabra de Dios no se auto-examina objetiva y honestamente para ver cuáles son las áreas que deben ser cambiadas en su vida, ni se dedica a escudriñar más profundamente cuál es alcance de los deberes que han sido expuestos.

¿Recuerdan las palabras de Elí cuando supo que Dios se había comunicado con Samuel? ¿Cuál fue su reacción? “¿Cuál es la palabra que el SEÑOR te habló? Te ruego que no me la ocultes. Así te haga Dios, y aún más, si me ocultas algo de todas las palabras que te habló” (1Sam. 3:17, LBLA).

Es con esa actitud que debemos venir a la iglesia cada domingo. Y si el sermón hiere nuestras conciencias, como lo hicieron las palabras de Samuel en el corazón de Elí, debemos responder como él: “Jehová es; haga lo que bien le pareciere” (1Sam. 3:18).

La verdadera espiritualidad no radica en la capacidad de entender la verdad, ni tampoco en la habilidad de predicarla. La verdadera piedad se manifiesta en la manera como esa verdad controla nuestras acciones, nuestras palabras, nuestras decisiones, nuestros sentimientos, nuestras ambiciones y metas.

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia” – dice el Señor en las bienaventuranzas, los que experimentan ese anhelo por una vida justa, los que desean conformarse enteramente al carácter santo de Dios revelado en Su Palabra. Escucha esas dos palabras otra vez: “hambre y sed de justicia”.

Creyente, si no tienes hambre ni sed de conformarte más y más al carácter justo de Dios, debes saber que la falta de apetito es un síntoma inequívoco de enfermedad; cuando el alma carece de apetito por la santidad, entonces sabemos que el alma está enferma.

Es por eso que los predicadores que desean hacer bien a aquellos que le escuchan no deben sentirse satisfechos con exponer el significado general de las Escrituras. Muchas personas que están pasando por una etapa de decadencia espiritual se sienten cómodas, siempre y cuando la predicación de la Palabra se mantenga en el terreno de lo general.

Pero cuando el predicador desciende al terreno de lo específico, y comienza a exponer qué significa esa verdad que ha sido expuesta para nosotros hoy, cuáles son los pecados que tal verdad manifiesta en nosotros, cuáles son los cambios de conducta que debemos implementar en nuestras vidas a la luz de esa verdad, cuando la predicación activa nuestra conciencia, y ésta comienza a gritarnos: “Tú eres ese hombre”; entonces decimos como dijo Acab de Micaías: “hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová,... pero yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino mal” (1R. 22:8).

Los predicadores no nos deleitamos en venir al púlpito a intranquilizar a los oyentes; pero si no somos heridos por la predicación, tampoco podremos ser sanados. Es únicamente cuando el mal es expuesto que vamos a Cristo procurando que su sangre nos continúe limpiando de todo pecado.

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
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SINTOMAS DE LA DECADENCIA ESPIRITUAL: 1. AUSENCIA DE GOZO Y DELEITE ESPIRITUAL

ESTE ESTUDIO LO HA DADO EL HNO. SUGEL MICHELEN EN SU PAGINA TODO PENSAMIENTO CAUTIVO EL ES PASTOR EN LA IGLESIA BÍBLICA DEL SEÑOR JESUCRISTO EN REPÚBLICA DOMINICANA, ESTA ES UNA PARTE IRÉ POSTEANDO LAS SIGUIENTES:
La semana pasada comencé a postear algunas ideas que hemos estado impartiendo en nuestra iglesia sobre la decadencia espiritual, por la enorme importancia de este tema para todo verdadero creyente. Mi deseo es que estas notas puedan ayudar a algunos a hacer un examen honesto de su condición delante de Dios para que pueda corregir lo deficiente y continuar corriendo la carrera con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.

Ahora bien, la Escritura nos dice que el corazón del hombre es engañoso. No se trata de una tarea fácil la de escudriñar el corazón, sobre todo tomando en cuenta todas las sutilezas que el pecado usa para engañarnos y la tendencia que todos tenemos a justificarnos a nosotros mismos.

Es por esa razón que muchos creyentes comienzan a declinar en su fe sin darse cuenta y cuando vienen a despertar ya están sumidos en una condición deplorable.

A los ojos de todo el mundo parece que las cosas están marchando bien; y aún el mismo creyente puede pensar que su vida espiritual está desarrollándose con normalidad, cuando lo cierto es que está comenzando a alejarse del Señor y a declinar espiritualmente.

A la luz de esa realidad, toda persona que profese ser creyente debe conocer cuáles son los síntomas de que ese proceso de decadencia espiritual está comenzando en nosotros. Porque si descubrimos ese proceso en sus inicios será más fácil detenerlo y erradicar el mal.

En un libro titulado, La Declinación Personal y el Avivamiento de la Religión en el Alma, Octavius Winslow enumera algunos de los síntomas de un creyente que ha comenzado a decaer espiritualmente. En primer lugar…

Ese estado de decadencia espiritual se caracteriza, no por una declinación marcada en nuestra percepción de la verdad, sino en la ausencia de gozo y deleite espiritual.

Este creyente continúa teniendo percepción de la verdad, puede definir los puntos principales de su fe, y explicar teológicamente la interrelación de cada uno de ellos, así como la importancia de tales doctrinas. Pero aun así no está experimentando el gozo y el deleite que deben producir tales doctrinas en el corazón.

Dice Winslow al respecto: “El juicio no habrá perdido nada de luz, pero el corazón sí habrá perdido mucho de su fervor; las verdades de la revelación, especialmente las doctrinas de la gracia, ocuparán la mismo posición que tenían antes... pero aun así la influencia de estas verdades serán escasamente experimentadas”.

No son esas verdades de las Escrituras las que mantienen su alma confiada, tranquila y gozosa en el Señor. Y allí está ese creyente, cantando junto con todos los demás en el culto de adoración acerca de la majestad de Cristo y de su obra redentora.

Con su mente él está captando perfectamente el significado de cada una de sus palabras, pero su corazón no reacciona con el gozo y la confianza que esas verdades deberían producir en un verdadero hijo de Dios.

Los hermanos que están a su lado no pueden darse cuenta de que algo no anda bien, porque este individuo está haciendo exactamente lo mismo que están haciendo todos los demás. Él no ha llegado a ese estado tan profundo de deterioro donde el creyente ya ni canta. No; él sigue cantando, pero su corazón no está involucrado en esa actividad de alabanza (comp. Mt. 15:8).

Alguien ha dicho muy acertadamente que la religión que no se deleita en Dios no es religión verdadera. Si has llegado al punto en que no encuentras deleite en Dios y en Su verdad revelada; aunque conozcas tales verdades, y tu mente siga creyendo en ellas, debes saber que estas comenzando a padecer de decadencia espiritual.

Ésa puede ser la razón por la que a algunos se les hace tan difícil continuar conectados con la Palabra al final del culto. ¿Saben por qué? Porque de la abundancia del corazón habla la boca, dice el Señor; y como esa Palabra no ha pasado del intelecto, no ha sido almacenada y atesorada en el corazón, se les hace muy difícil continuar hablando de ella.

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
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